Monday, September 29, 2025

La Fe Ciega en el Fenómeno AMLO y la Descomposición Social en México

Por PEPEX

En México, la fe ciega, entendida como la aceptación incondicional de ideas, líderes o movimientos sin análisis crítico, ha encontrado un terreno fértil en el fenómeno político liderado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su partido, Morena. Este fenómeno, que combina un carisma populista, promesas de transformación y una narrativa de lucha contra la corrupción, ha generado una lealtad inquebrantable en amplios sectores de la población. Sin embargo, esta fe ciega, lejos de fortalecer al país, está contribuyendo a su descomposición social al fomentar la polarización, erosionar las instituciones democráticas y perpetuar problemas estructurales como la desigualdad y la violencia. Este artículo, de aproximadamente 1500 palabras, analiza cómo la fe ciega en el fenómeno AMLO está destruyendo a México y propone caminos para contrarrestar sus efectos.

La Fe Ciega y el Fenómeno AMLOEl fenómeno AMLO, que comenzó a consolidarse con su elección en 2018, se basa en la figura de un líder carismático que promete una "Cuarta Transformación" para erradicar la corrupción y devolver el poder al pueblo. Esta narrativa ha resonado profundamente en un país marcado por décadas de desigualdad, violencia y desconfianza en las élites políticas. Sin embargo, la fe ciega en AMLO y Morena se caracteriza por una adhesión incondicional a sus discursos y políticas, incluso frente a evidencias de contradicciones, ineficiencias o retrocesos democráticos.Esta fe ciega no es exclusiva de los seguidores de AMLO; también se observa en la oposición, donde algunos sectores rechazan cualquier acción del gobierno sin análisis crítico. Sin embargo, el impacto de la lealtad inquebrantable a AMLO es particularmente significativo debido a su control sobre las instituciones y su capacidad para moldear la narrativa nacional a través de conferencias diarias, conocidas como "mañaneras", y una fuerte presencia en medios y redes sociales.Orígenes de la Fe Ciega en el Contexto MexicanoLa fe ciega en AMLO tiene raíces profundas en la historia y las condiciones sociales de México. En primer lugar, la desconfianza en las instituciones, alimentada por escándalos de corrupción como el caso de la "Casa Blanca" de Enrique Peña Nieto o la condena de Genaro García Luna por vínculos con el narcotráfico, creó un vacío que AMLO llenó con su discurso de redención. Su promesa de combatir la "mafia del poder" resonó en una población cansada de promesas vacías.En segundo lugar, la desigualdad económica y social ha empujado a muchos mexicanos a buscar soluciones rápidas. Con casi la mitad de la población en pobreza, según datos del CONEVAL, las políticas de transferencias directas, como los programas sociales de AMLO, han generado una percepción de cambio tangible, aunque sus resultados a largo plazo sean debatibles. Esta percepción refuerza la lealtad ciega, ya que los beneficiarios ven en AMLO un defensor incuestionable.Finalmente, la manipulación mediática y el uso estratégico de plataformas como X han amplificado la fe ciega. Las "mañaneras" y las cuentas afines a Morena, como
@revistapolemon
, difunden narrativas que glorifican al gobierno mientras desacreditan a la oposición, a menudo sin sustento. Por ejemplo, la acusación de que la oposición forma un "MCPRIAN" (alianza entre PAN, PRI y Movimiento Ciudadano) busca polarizar, simplificando un panorama político complejo. La falta de cuestionamiento crítico a estas narrativas, tanto por parte de los seguidores como de los medios afines, fortalece la fe ciega.
Manifestaciones de la Fe Ciega en MéxicoLa fe ciega en el fenómeno AMLO se manifiesta de manera clara en varios ámbitos, cada uno contribuyendo a la descomposición social:
  1. Polarización Social y Política: México está más dividido que nunca. La narrativa de AMLO de "el pueblo contra la élite" ha creado un ambiente de confrontación donde los críticos del gobierno son etiquetados como traidores o "fifís". Esta polarización se intensifica en redes sociales, donde cuentas influyentes como
    @AristeguiOnline
    o
    @Milenio
    son atacadas por cuestionar al gobierno, mientras que medios afines, como La Jornada, que ha recibido aproximadamente 1200 millones de pesos en publicidad gubernamental entre 2018 y 2024, refuerzan la narrativa oficial. Esta división dificulta el diálogo y fomenta la hostilidad entre mexicanos.
  2. Erosión de las Instituciones Democráticas: La fe ciega en AMLO ha permitido reformas que debilitan los contrapesos democráticos. La reforma judicial de 2024, que permite la elección popular de jueces, ha sido defendida por los seguidores de Morena como una democratización, pero expertos advierten que pone en riesgo la independencia judicial. La falta de cuestionamiento a estas políticas, incluso frente a críticas de organismos internacionales, refleja una confianza ciega que socava el Estado de derecho.
  3. Negación de Problemas Estructurales: La fe ciega lleva a muchos a ignorar los fracasos del gobierno. Por ejemplo, a pesar de que la violencia sigue siendo un problema grave, con más de 180,000 homicidios durante el sexenio de AMLO, según el INEGI, los seguidores del presidente minimizan estos datos, atribuyéndolos a herencias del pasado. Asimismo, la estrategia de "abrazos, no balazos" ha sido defendida sin cuestionar su efectividad, a pesar de que los cárteles han fortalecido su control en regiones como Sinaloa.
  4. Desconfianza en la Ciencia y la Prensa: La fe ciega también se refleja en el rechazo a la prensa crítica y a la evidencia científica. Durante la pandemia de COVID-19, AMLO minimizó la gravedad del virus y promovió remedios sin sustento, como amuletos, lo que generó confusión. Los ataques a medios como Reforma o El Universal, acusados de ser parte de la "prensa vendida", han erosionado la confianza en el periodismo independiente, dejando a muchos mexicanos expuestos a la desinformación.
Consecuencias de la Fe CiegaLa fe ciega en el fenómeno AMLO está destruyendo a México en varios frentes. En primer lugar, la polarización ha fracturado el tejido social, creando un ambiente donde el diálogo es casi imposible. Las familias y comunidades están divididas, y las redes sociales, como X, se han convertido en campos de batalla ideológica.En segundo lugar, la erosión de las instituciones democráticas amenaza la estabilidad del país. La concentración de poder en el Ejecutivo, sumada a la desaparición de organismos autónomos como el INAI, debilita la rendición de cuentas y facilita la corrupción, precisamente lo que AMLO prometió combatir. La falta de contrapesos también ha generado incertidumbre económica, con una inversión extranjera estancada y un crecimiento económico promedio de apenas 1% anual durante su sexenio.En tercer lugar, la fe ciega perpetúa la desigualdad y la violencia. Aunque los programas sociales han beneficiado a millones, no abordan las causas estructurales de la pobreza. Mientras tanto, la inseguridad sigue siendo una crisis sin solución, con estados como Michoacán y Guerrero bajo el control de grupos criminales. La negativa a cuestionar estas fallas impide la búsqueda de soluciones efectivas.Finalmente, la fe ciega ha generado un rechazo a la pluralidad y al pensamiento crítico, elementos esenciales para una democracia saludable. Cuando los ciudadanos priorizan la lealtad a un líder sobre la evidencia y la razón, la sociedad pierde la capacidad de autoproclamarse y resolver sus problemas de manera colectiva.Contrarrestando la Fe CiegaPara revertir la descomposición social causada por la fe ciega en el fenómeno AMLO, México necesita un enfoque multidimensional:
  1. Fomentar el Pensamiento Crítico: La educación debe priorizar el análisis crítico y la alfabetización mediática. Programas que enseñen a los ciudadanos a evaluar fuentes, como los talleres de Fundar o el INAI, pueden reducir la susceptibilidad a la desinformación.
  2. Fortalecer la Prensa Independiente: Los medios críticos, como El Universal o Reforma, deben seguir investigando y exponiendo datos verificables. Los ciudadanos pueden apoyar estos esfuerzos consumiendo información diversa y cuestionando narrativas oficiales.
  3. Promover el Diálogo Nacional: Iniciativas que reúnan a diferentes sectores, como foros ciudadanos o debates públicos, pueden reducir la polarización. Figuras neutrales, como académicos o líderes comunitarios, podrían mediar estas conversaciones.
  4. Restaurar las Instituciones: La sociedad civil debe exigir la independencia de instituciones como el Poder Judicial y el INE. La presión internacional, como la ejercida por organismos de derechos humanos, puede ayudar a contrarrestar retrocesos democráticos.
  5. Combatir la Desinformación en Redes: Plataformas como X deben implementar medidas más estrictas contra la desinformación, mientras que los usuarios, incluidas cuentas como
    @GOPEPE_1
    , pueden contribuir compartiendo contenido basado en hechos y participando en debates con argumentos sólidos.
ConclusiónLa fe ciega en el fenómeno AMLO, alimentada por la desconfianza histórica en las instituciones y la promesa de una transformación radical, está destruyendo a México al profundizar la polarización, erosionar la democracia y perpetuar problemas estructurales. Aunque el carisma de AMLO y las políticas de Morena han generado esperanza en muchos, la falta de cuestionamiento crítico ha permitido retrocesos que amenazan el futuro del país. Para revertir esta descomposición social, México necesita ciudadanos empoderados, instituciones fuertes y un compromiso colectivo con la razón y el diálogo. Solo así podrá construirse un país más justo, unido y resiliente.

Sunday, September 21, 2025

¿Cuál es el sentido de la vida? (1ra Parte)

El sentido de la vida es una de esas preguntas que todos nos hacemos tarde o temprano. Y aunque suena enorme, la respuesta depende mucho de a quién le preguntes.

Filosofía: crear tu propio camino

Para algunos filósofos antiguos, como Aristóteles, la clave estaba en vivir con virtud y alcanzar la plenitud. Otros, como los existencialistas, dicen que la vida no trae manual: somos nosotros quienes le damos sentido con nuestras decisiones.

Religión y espiritualidad: un propósito trascendente

Las religiones suelen responder de forma clara: la vida tiene un propósito que va más allá de lo material. Puede ser acercarse a lo divino, ayudar a los demás o aspirar a algo eterno.

Ciencia: sobrevivir y evolucionar

Si le preguntas a la biología, el sentido de la vida es simple: sobrevivir, reproducirse y mantener la especie. Claro, eso explica lo básico, pero no lo que sentimos en el corazón.

Tú: la respuesta más importante

El psiquiatra Viktor Frankl decía que incluso en los peores momentos podemos encontrar un “para qué”. Ese sentido puede estar en tu familia, tu trabajo, tu creatividad o incluso en cómo enfrentas las dificultades.


Entonces, ¿cuál es el sentido de la vida?

No hay una sola respuesta. Tal vez el secreto esté en disfrutar el viaje, aprender de lo bueno y lo malo, y construir un propósito que te haga levantarte cada día con ganas.


¿Quieres más?

En la segunda parte de este artículo exploraremos más al detalle los conceptos presentados.

Friday, September 19, 2025

El Silencio Impuesto: Por qué la Censura es el Enemigo Invisible de la Democracia

La democracia es mucho más que un sistema de votación periódica. Es un ecosistema complejo y frágil que se nutre de un principio fundamental: el libre intercambio de ideas. En su núcleo late la convicción de que la verdad, o la mejor solución para la sociedad, emerge del debate abierto, del choque de argumentos y de la posibilidad de que cualquier voz, por disonante que sea, sea escuchada. La censura, en cualquiera de sus formas, es el veneno que contamina este ecosistema. No es solo una herramienta de regímenes autoritarios; es una amenaza latente que puede colarse en cualquier democracia, y su mayor peligro es que a menudo se disfraza de protección.

La Esencia Democrática: El Derecho a Disentir

Una democracia saludable no es aquella donde todos piensan igual, sino aquella que gestiona el disentimiento de forma pacífica y constructiva. La censura, por definición, elimina este disenso. Al silenciar voces, ya sean mayoritarias o minoritarias, se comete un triple daño:

1.  Atenta contra la autonomía individual: Le arrebata a los ciudadanos el derecho fundamental a escuchar, evaluar y formar su propia opinión. Trata a la sociedad como a menores de edad que necesitan un tutor que decida qué información es apta para ellos, menoscabando la soberanía del juicio personal.

2.  Obstruye la búsqueda de la verdad: Como planteaba el filósofo John Stuart Mill, incluso una opinión falsa contiene un valor invaluable: obliga a quienes sostienen la verdadera a reforzar y repensar sus argumentos. La censura asume una infalibilidad peligrosa: la de quien censura. ¿Quién decide lo que es "peligroso", "falso" o "ofensivo"? Concentrar ese poder en unos pocos, ya sean gobiernos, corporaciones o grupos de interés, es un acto de arrogancia que petrifica el pensamiento y frena el progreso social.

3.  Crea una paz ilusoria y frágil: La censura puede imponer un silencio aparente, pero no elimina las ideas subyacentes. Por el contrario, las empuja a la clandestinidad, donde se radicalizan sin el contrapeso de la crítica pública. El malestar no se soluciona; se oculta bajo la alfombra, donde crece hasta convertirse en una amenaza mayor para la estabilidad social.

Las Formas Modernas de la Censura: Más Sutil, Igual de Dañina

Hoy, la censura rara vez se presenta con la crudeza de un edicto oficial que prohíbe un libro. Sus formas modernas son más insidiosas:

Censura algorítmica y desmonetización:
Las plataformas digitales, actuando como cuasi-esferas públicas, pueden silenciar contenidos mediante algoritmos opacos que restringen su alcance o eliminan el incentivo económico para crearlos, a menudo bajo criterios ambiguos de "discurso de odio" o "desinformación".

Cultura de la cancelación (Cancel Culture): 
La presión social y el acoso masivo para aislar y silenciar a individuos por opiniones pasadas o presentes, saltándose los procesos de debate y debido proceso, crean un clima de autocensura donde se prioriza la seguridad sobre la expresión honesta.

Leyes ambiguas contra la "desinformación":
Si bien combatir la información falsa es legítimo, cuando los gobiernos se erigen en árbitros absolutos de la verdad, el riesgo de utilizar estas leyes para acallar a la oposición y a críticos legítimos es enorme.

Estas formas de censura son particularmente peligrosas porque a menudo son ejecutadas por actores no estatales, lo que dificulta su fiscalización y apela a una supuesta "responsabilidad" que enmascara el control.

La Pendiente Resbaladiza: De Proteger a Controlar

El argumento más seductor a favor de la censura es el de la protección: proteger a la sociedad de la incitación al odio, de la desinformación que cuida vidas o de discursos que pueden alterar el orden público. Este es un debate necesario y complejo. Sin embargo, el umbral para aplicar una restricción debe ser extremadamente alto, claro y definido (como la incitación inminente a la violencia), y debe ser aplicado por instituciones independientes y transparentes.

El peligro está en la pendiente resbaladiza. Una vez que se normaliza el silenciamiento por "bienestar", la definición de lo que debe ser silenciado se expande inevitablemente. Lo que hoy es "discurso de odio", mañana puede ser una crítica legítima a una política gubernamental. La herramienta creada para proteger se convierte en el arma perfecta para el control y la perpetuación en el poder.

Conclusión: Defender el Derecho a Estar Equivocado

La fuerza de una democracia no se mide por la ausencia de ideas odiosas o erróneas, sino por su capacidad para confrontarlas y derrotarlas en el campo de las ideas, no mediante la coerción. La respuesta a un discurso que nos disgusta no debe ser el silencio forzado, sino más discurso: mejores argumentos, educación crítica y una ciudadanía activa.

Defender el principio de la libre expresión, incluso para aquellos con quienes estamos en total desacuerdo, no es un endoso a sus ideas. Es un voto de confianza en la razón humana y en la resiliencia de la sociedad democrática. Es la firme creencia de que la luz del debate público es el mejor desinfectante. Permitir que la censura eche raíces, por bienintencionados que sean sus motivos, es apagar esa luz y dejar que la democracia se atrofie en la oscuridad.

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Monday, September 15, 2025

La Bala Invisible: Entre la Muerte del Cuerpo y la Muerte Civil

¿Debe perder su empleo alguien que celebra un asesinato? La pregunta, tan incómoda como urgente, se instaló en el debate público tras episodios recientes de violencia política. El argumento es directo: si matar a alguien por sus ideas es un acto abominable, entonces despedirlo por esas mismas ideas es un mal menor, incluso justo.

A simple vista la lógica parece sólida. El asesinato es la aniquilación definitiva: corta la vida y la voz. El despido, aunque doloroso, se queda en el terreno no violento de las relaciones contractuales. Se diría que la libertad de expresión sigue intacta porque no intervino el Estado. Lo que se pierde no es un derecho, sino un privilegio: trabajar en una organización cuyos valores han sido traicionados.

Pero esta aparente claridad encubre una trampa. Equiparar asesinato y despido crea una falsa dicotomía: como rechazamos con razón el extremo, parecería que todo lo demás queda automáticamente legitimado. Y no es así. Entre la bala y la indiferencia existe un rango inmenso de respuestas posibles. Una sociedad madura puede condenar sin titubeos la violencia política sin necesidad de abrazar una cultura de destierro laboral permanente por cada palabra ofensiva.

El verdadero dilema surge al preguntar: ¿cuándo el discurso se convierte en acción? Legalmente, rara vez. Socialmente, las empresas alegan que lo que un trabajador dice fuera de la oficina impacta en su reputación, en la confianza interna y en sus ganancias. De ahí nace la llamada “libertad contextual”: puedes decir casi lo que quieras sin temer cárcel, pero no sin arriesgarte a consecuencias sociales o económicas.

El problema es que este poder no lo ejercen tribunales imparciales, sino corporaciones y multitudes digitales, movidas por la indignación del momento. Celebrar un asesinato parece una línea clara, pero ¿qué pasa con una opinión política impopular? ¿O con un comentario antiguo, sacado de contexto? El terreno es resbaladizo y las reglas cambian cada semana.

En el fondo, el argumento que equipara asesinato con despido no es un tratado filosófico, sino una reacción visceral ante un hecho grotesco. Nos recuerda algo cierto: la vida en sociedad depende de la confianza y quien celebra su destrucción no puede esperar quedar indemne. Pero también nos obliga a reconocer el riesgo de usar el empleo como castigo moral.

El reto no es elegir entre la bala del asesino o la cancelación del empleado. El reto es construir una cultura que sepa distinguir entre transgresiones graves y simples errores humanos. Una sociedad que condene con firmeza la violencia sin convertir cada desacierto verbal en una pena de muerte laboral.

Porque si la única herramienta que tenemos para defender nuestros valores es la ruina económica del disidente, habremos cambiado una forma de violencia por otra. Y entonces no viviremos en una democracia más libre, sino en un campo de batalla silencioso donde cada palabra puede costar la vida civil de quien la pronuncie.

Saturday, August 16, 2025

El poder invisible de los prompts internos

Visualización humana conectada con prompts de IA

El ser humano ha descubierto que la imaginación no es un lujo, sino un poder creativo. Visualizar es invocar lo que aún no existe y darle forma en el presente. Cada objetivo que alcanzamos nació primero como una imagen mental, un diseño silencioso en la mente.

Hoy, en la era de la inteligencia artificial, podemos reconocer un paralelismo revelador. Una máquina no crea por sí misma: responde al prompt. Si las palabras son vagas, el resultado será caótico. Si el comando es claro, preciso y cargado de intención, la respuesta se aproxima a la perfección.

Lo mismo ocurre con la vida. Nuestro inconsciente es el procesador más avanzado que existe. Cuando visualizamos con detalle —con emoción, con claridad, con convicción—, estamos escribiendo un prompt interno que dirige nuestras acciones, nuestros hábitos y hasta nuestra percepción de la realidad.

La diferencia entre una vida vivida al azar y una vida construida con propósito radica en la calidad de esos prompts internos. Visualizar con nitidez es escribir con precisión. Visualizar con emoción es dar a la mente el combustible para transformar esa imagen en acción.

Así como el ingeniero de IA aprende a refinar instrucciones hasta alcanzar resultados extraordinarios, nosotros podemos perfeccionar nuestro arte de visualizar. Al hacerlo, nos convertimos en autores de nuestra propia existencia. Porque el futuro, como la máquina, siempre responde: la clave es saber qué preguntar, qué imaginar, qué ordenar.

Visualizar, en última instancia, es darle instrucciones al universo con la misma claridad con la que escribimos un prompt.

Visualizar es como escribir el prompt correcto


¿Has notado que cuando escribes un prompt a la IA y lo haces mal, el resultado es basura? Pero si eres claro, específico y visualizas lo que quieres… ¡la máquina te sorprende!

Bueno, la vida funciona igual. Tu mente es la IA más poderosa que existe. Cuando visualizas un objetivo con claridad —cómo se ve, cómo se siente, qué detalles tiene— le estás dando a tu cerebro las instrucciones exactas para empezar a trabajar en eso.

Si solo dices “quiero ser exitoso”, es como pedirle a la IA “hazme algo padre”. Te va a dar cualquier cosa. Pero si visualizas “quiero tener mi propio negocio, con una oficina luminosa, clientes satisfechos y libertad de horarios”, tu mente empieza a mover piezas para que eso ocurra.

Visualizar es escribir tu prompt interno. Cuanto más claro seas, más rápido verás resultados. La diferencia entre soñar y lograr está en la precisión de tus imágenes mentales.

Así que la próxima vez que cierres los ojos para pensar en tu futuro, recuerda: no improvises. Escribe el mejor prompt que puedas en tu mente… y observa cómo la realidad empieza a responder.

🗣️ Cuando las palabras significan lo contrario


El doble discurso y la niebla de la desinformación: cómo el poder confunde para gobernar  


Descripción de la imagen

El doble discurso no opera en el vacío. Es solo una pieza de un mecanismo más grande: el bombardeo constante de mentiras, medias verdades y escándalos de corrupción que saturan a la sociedad hasta paralizarla. Cuando la gente escucha todos los días que "no hay desabasto" pero vive lo contrario, que "no hay inseguridad" pero sufre robos, y que "se combate la corrupción" mientras aparecen nuevos casos de impunidad, termina perdida en un mar de contradicciones.  


La estrategia del caos informativo  

El juego es sencillo: si mientes mucho, muy seguido y en todos los frentes, la gente ya no puede distinguir la verdad. Se aplica la vieja táctica de "la mentira repetida mil veces se convierte en verdad", pero con un agravante: no solo se repiten mentiras, sino que se entierran bajo un alud de noticias, escándalos y discursos vacíos.  


- ¿Cómo dar seguimiento a un caso de corrupción si al día siguiente hay otro más grave?  

- ¿Cómo indignarse por la escasez de medicinas si el gobierno insiste en que "solo son retrasos logísticos" y luego desvía la atención con un anuncio populista?  

- ¿Cómo exigir seguridad si cada vez que hay un crimen violento, las autoridades hablan de "causas estructurales" en lugar de soluciones?  


El ciudadano común, agotado por la incertidumbre y el exceso de información contradictoria, termina por rendirse. Y en ese cansancio, el poder encuentra su victoria: si la gente ya no sabe qué creer, tampoco sabrá contra qué protestar.  


Desinformación como herramienta de control  

No es casualidad que los gobiernos autoritarios (o aquellos que aspiran a serlo) inviertan más en narrativas que en realidades. Cuando la comunicación oficial se vuelve un laberinto de eufemismos, cifras manipuladas y negaciones absurdas, el objetivo ya no es informar, sino confundir.  


- Si dices que "los precios están bajo control" mientras la inflación golpea, la gente duda de su propio bolsillo.  

- Si llamas "justicia social" a los programas clientelares, desvirtúas el concepto mismo de justicia.  

- Si cada escándalo de corrupción se responde con otro más grande, la sociedad se entumece y deja de reaccionar.  


El resultado es una pérdida colectiva de referentes. Cuando ya no hay hechos, solo versiones, el poder puede reescribir la realidad a su conveniencia.  


Romper el círculo de la mentira  

La única forma de combatir este mecanismo perverso es:  


1. No normalizar el doble discurso – Llamar a las cosas por su nombre: escasez es escasez, corrupción es corrupción, inseguridad es inseguridad.  

2. Exigir coherencia, no slogans – Que las palabras del gobierno se midan por sus acciones, no por sus ruedas de prensa.  

3. No saturarse, pero no rendirse – Saber que el exceso de información es parte de la trampa, pero mantener la capacidad de indignación.  


Porque al final, un gobierno que necesita mentir para sostenerse es un gobierno que ya perdió legitimidad. Y aunque la niebla de la desinformación sea espesa, la realidad siempre termina abriéndose paso. La gente puede estar confundida, pero no es tonta: tarde o temprano, el doble discurso se estrella contra los hechos.


Friday, August 15, 2025

¿Cual es tu Dios? Una perspectiva Jung–Peterson


¿Tienes un DIOS y no lo sabes?

La frase “Lo que esté en la cima de tu jerarquía de suposiciones funciona como un dios para ti” fue formulada por el psicólogo Jordan B. Peterson, quien atribuye la idea original al psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. Aunque las palabras son de Peterson, las raíces conceptuales se encuentran profundamente en la psicología analítica de Jung. Esta afirmación, aparentemente simple, nos reta a examinar nuestras creencias más fundamentales, los valores implícitos que guían nuestras decisiones y los principios que organizan nuestra vida. Al hacerlo, conecta la sabiduría religiosa ancestral con la comprensión psicológica moderna.


El concepto de “jerarquía de suposiciones”

Una jerarquía de suposiciones es el conjunto ordenado de creencias—muchas veces inconscientes—que moldean nuestra interpretación de la realidad. Estas creencias no son sólo ideas intelectuales; determinan nuestras prioridades, nuestra definición de éxito e incluso nuestros límites morales.

En la cima de esta jerarquía está la creencia más fundamental, el “por qué” último detrás de todos los demás “porqués”.

Peterson plantea que este punto máximo actúa como una deidad funcional: no importa si lo llamamos “Dios”, “Verdad”, “Progreso”, “Dinero”, “Amor” o “Ciencia”; cumple el papel de autoridad suprema en nuestra estructura psicológica y ética. Jung, en su exploración de los arquetipos y el inconsciente colectivo, ya reconocía que los seres humanos inevitablemente se orientan alrededor de un valor supremo—lo que él llamaba la “imagen de Dios” en la psique.


El fundamento arquetípico en Jung

Carl Jung sostenía que la psique humana es intrínsecamente religiosa—no necesariamente en el sentido de practicar una fe organizada, sino en su tendencia natural a crear símbolos centrales que guían la vida. Estos símbolos, ya sean dioses mitológicos, ideales filosóficos o ideologías seculares, actúan como principios organizadores de la vida psíquica.


En su modelo, el arquetipo del Sí-mismo (Self) es el centro integrador de la personalidad, y a menudo se representa simbólicamente como una deidad o un mandala. Para Jung, negar la existencia de este centro no lo elimina; simplemente lo reemplaza con otro principio organizador, que muchas veces opera de forma inconsciente—lo que algunos podrían llamar un “dios falso”.


La reformulación moderna de Peterson

Influenciado profundamente por Jung, Jordan B. Peterson lleva esta idea al terreno psicológico y cultural contemporáneo. En Maps of Meaning y 12 Rules for Life, Peterson afirma que las personas se definen por lo que colocan en la cima de su estructura de valores. Este “valor supremo” determina cómo se interpretan todos los valores y creencias subordinados.

Si la verdad ocupa ese lugar, las acciones se evalúan según su alineación con la honestidad. Si lo ocupa el poder, entonces las relaciones, la ética y la moral se subordinan al control y la dominación.


El uso deliberado de la palabra “dios” en Peterson busca subrayar que incluso los autodenominados ateos tienen dioses funcionales—valores supremos a los que obedecen y por los que están dispuestos a sacrificarse, aunque no los nombren como tales. En esta perspectiva, la pregunta no es si tienes un dios, sino qué dios sirves.


Implicaciones para el individuo

Esta visión tiene implicaciones profundas para la autocomprensión. Si aceptamos que nuestra vida está estructurada por una jerarquía de suposiciones, debemos preguntarnos:


  1. ¿Qué está en la cima de la mía?
  2. ¿Lo he elegido conscientemente o lo adopté sin darme cuenta?
  3. ¿Conduce a mi crecimiento o a mi destrucción?


Jung advertía que los dioses inconscientes—los valores centrales no reconocidos—pueden ser peligrosos porque operan sin supervisión. Peterson coincide y exhorta a que ese valor supremo sea explícito y digno de devoción, para evitar ser gobernados por algo indigno.


Reflexiones culturales y sociales

A nivel social, esta idea explica por qué las civilizaciones giran en torno a ideales unificadores—la justicia, la libertad, la voluntad divina o el progreso tecnológico. Cambios en el “dios” colectivo que ocupa la cima de la jerarquía de suposiciones suelen ir acompañados de transformaciones o crisis culturales profundas. Jung lo interpretaría como un cambio en el arquetipo dominante; Peterson, como una reestructuración del sistema de valores de la sociedad.


El destino

La frase “Lo que esté en la cima de tu jerarquía de suposiciones funciona como un dios para ti” une la intuición teológica antigua con la comprensión psicológica moderna. Carl Jung sentó las bases al demostrar que la psique humana inevitablemente organiza su vida alrededor de un valor central, muchas veces simbolizado como una deidad. Jordan B. Peterson reformula esta idea para el mundo contemporáneo, desafiando a individuos y sociedades a elegir conscientemente ese valor supremo.

Ya sea que tu “dios” sea la verdad, el amor, la belleza, el poder u otra cosa, la elección nunca es neutral: moldea cada decisión, cada relación y, en última instancia, el destino tanto del individuo como de la colectividad.

Wednesday, August 13, 2025

Brechas Generacionales: Por Qué Sabemos Cosas Diferentes (Y Está Bien)

Watch this YouTube Short about generational differences

Generational knowledge illustration

Illustration of generational knowledge exchange


Hay algo fascinante—y a veces frustrante—en cómo cada generación ve el mundo de forma distinta. Como alguien de 50 y tantos, he notado que lo que para mí es conocimiento básico, a menudo le saca cara de "¿qué?" a los más jóvenes. Y al revés también pasa: sus referencias culturales, modismos y dominio de lo digital a mí me dejan perdido.


Lo "Obvio" Que Ya No Lo Es

Hace unos años, le dije a un compañero de trabajo veinteañero eso de "rebobinar la cinta" y me miró como si hablara en código. Ahí entendí: lo que yo doy por sentado—como buscar en la guía telefónica o esperar tu canción favorita en la radio—no solo se está olvidando, sino que nunca lo vivieron.


Pero aquí el detalle: no es cuestión de inteligencia, sino de necesidad. En mis tiempos teníamos que memorizar teléfonos, direcciones y letras porque no había de otra. Hoy el mundo no lo exige—¿para qué memorizar si lo tienes en el celular? No es flojera, es pragmatismo.


Lo Ancho vs. Lo Profundo en la Era Digital

Los jóvenes tienen algo que nosotros no: acceso instantáneo a toda la información. Pueden verificar datos en segundos, aprender habilidades en YouTube y absorber tendencias globales al momento. Pero a veces me pregunto: ¿saber un poco de todo viene a costa de profundidad?


No digo que estén mal informados—sino que su conocimiento funciona distinto. Quizá no sepan eventos históricos como yo, pero analizan problemas sociales actuales con una sutileza que a su edad yo ni soñaba.


El Verdadero Problema: Hablar Sin Escuchar

El conflicto no es quién sabe más, sino que a veces nos enfrascamos en criticar en lugar de tender puentes. Cuando digo "¿neta no conoces [artista de los 80s]?" puede sonar a regaño. Y cuando un Gen Z dice "¿cómo no sabes usar [app nueva]?" puede sentirse como burla.


Pero ¿y si le damos vuelta? Ahora les pido a los más jóvenes que me expliquen cosas—no para examinarlos, sino para aprender. Y a veces ellos me preguntan de "los viejos tiempos" con curiosidad real. Esos momentos valen oro.


Moraleja: Mantener la Mente Abierta

Ninguna generación tiene el monopolio del saber. Todos sabemos cosas que otros ignoran, y eso es normal. La clave está en ser humildes, mantener curiosidad y—sobre todo—reírnos de los vacíos en lugar de molestarnos.


Así que la próxima vez que algo te sorprenda de alguien mayor o más joven, mejor pregunta en lugar de burlarte. Quizá los dos terminen aprendiendo algo.

Wednesday, August 6, 2025

Curso Rápido: Manipulación Psicológica

 

🧠 ¿Te han manipulado sin que lo notes?

La manipulación no siempre grita. A veces susurra.
A veces viene disfrazada de amor, de preocupación… o de “buenas intenciones”.

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cómo se usan, por qué funcionan… y lo más importante: cómo protegerte de ellas.

🔍 Desde el gaslighting hasta la triangulación emocional, entender estos mecanismos es el primer paso para dejar de ser víctima y tomar el control.

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La Adicción Según Carl Jung: Un Grito del Alma en Busca de Sentido

 

🔥 La Adicción Según Carl Jung: Un Grito del Alma en Busca de Sentido

Por qué las drogas no son el problema, sino el síntoma.


En lugar de ver la adicción como un fracaso moral o una simple enfermedad, Carl Jung la entendía como una expresión profunda del alma herida. En sus palabras, el adicto no es un criminal ni un enfermo incurable, sino alguien fragmentado que busca desesperadamente una experiencia de plenitud, de trascendencia, de volver a sentirse completo.

🌪 Cuando el alma se rompe en pedazos

Muchas personas usan drogas —sin saberlo— para llenar un vacío que las palabras no alcanzan. Es un hueco existencial, una desconexión de uno mismo, del cuerpo, de las emociones, de la identidad. Esta desconexión suele tener raíces profundas: traumas no sanados, heridas infantiles, rupturas con el propio ser.

🧪 El ritual distorsionado

El uso de sustancias se convierte en un ritual moderno, aunque corrompido: ofrece una sensación momentánea de unidad, pero deja al alma más rota que antes. Es una falsa promesa de totalidad que, en realidad, refuerza la fragmentación interior. El adicto no escapa del mundo, sino que busca uno más vivo, más auténtico, más real.

⚖ El vacío de lo simbólico

Vivimos en una sociedad que ha perdido sus ritos, sus símbolos, sus puentes espirituales. En ese vacío cultural, las drogas aparecen como sustituto: prometen lo que la cultura ya no ofrece —transformación, significado, conexión. Pero el precio es altísimo.

🌑 La sombra y el hechicero interior

Jung identificaba en la adicción la presencia de arquetipos profundos: figuras interiores como el "hechicero", que seduce con soluciones rápidas, o la “sombra”, la parte negada del yo que el adicto debe enfrentar para sanar. El camino no es hacia afuera, sino hacia adentro. El verdadero enemigo no es la sustancia, sino la evasión del alma.

🌊 Dejar ir para renacer

Sanar la adicción no es imponer fuerza de voluntad ni castigo. Es duelo, es escucha profunda, es reconstrucción del vínculo con uno mismo. El proceso implica fallos, retrocesos, momentos oscuros. Pero cada paso honesto acerca al núcleo verdadero del ser: el yo auténtico que siempre estuvo ahí.

🤝 No se sana en soledad

La recuperación necesita testigos. No salvadores ni jueces, sino presencias que acompañen sin definir, que escuchen sin condenar. La sanación requiere espacios que revelen, no que repriman.

🔥 El dolor como umbral

Jung decía que el sufrimiento puede ser redentor, no porque el dolor sea noble, sino porque puede transformarse. Cada herida puede ser raíz, cada ruina puede ser semilla. La adicción puede ser el comienzo de una transformación radical… si se escucha su mensaje.

🚪 Una elección: repetir o renacer

El camino del adicto es un cruce de caminos: puede repetir el ciclo o atravesar el umbral. Puede seguir evadiendo… o revelarse. Porque al final, sanar no es volver a lo que eras, sino convertirte en quien siempre has sido.


🧭 Conclusión

La visión de Jung sobre la adicción es poderosa porque humaniza, profundiza y espiritualiza un fenómeno que muchos solo condenan o tratan superficialmente. Nos recuerda que el verdadero trabajo no es combatir la sustancia, sino reintegrar el alma.


Si este texto te habló, compártelo. Tal vez otra alma herida lo necesita.

Tuesday, July 8, 2025

Chocoflan: el apodo que distrae a todo un país


 📰 Columna de Opinión 

"Con Todo Respeto"

Chocoflan: el apodo que distrae a todo un país

por PEPE

En un país con niveles alarmantes de violencia, corrupción e impunidad, resulta sorprendente —o tal vez no tanto— que una parte importante del debate público siga girando en torno a un menor de edad. Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo menor del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido convertido en objeto de burla nacional bajo el apodo de “Chocoflan”. ¿Qué hizo para merecerlo? Nada. Literalmente nada.

No ha robado. No ha mentido. No ha ocupado un solo cargo. No ha aparecido en video alguno recibiendo sobres con dinero, como sí lo han hecho sus tíos o hermanos. No ha usado influencias, no ha gestionado contratos, ni ha intentado figurar en la vida pública. Y sin embargo, cada tanto, las redes sociales se llenan de burlas hacia su persona, memes de mal gusto y comentarios que revelan más sobre quienes los escriben que sobre el joven en cuestión.

Entonces, ¿por qué sabemos tanto de alguien que, supuestamente, no quiere ser figura pública? ¿Por qué hay videos suyos paseando, comiendo, conviviendo con amigos o familiares circulando tan libremente en plataformas digitales? Estamos hablando del hijo de un expresidente, con resguardo oficial y un círculo íntimo muy controlado. La respuesta es tan incómoda como evidente: su exposición no es casual. Es política.

Durante su mandato, López Obrador usó la imagen de su hijo menor como recurso emocional. Lo mencionaba con frecuencia, lo mostraba en eventos públicos, lo dejaba aparecer en momentos clave, casi siempre en contextos que humanizaban o distraían. Hoy, con el expresidente fuera del cargo, la estrategia continúa bajo una nueva administración que ha aprendido que el escándalo superficial es la mejor cortina de humo.

Jesús Ernesto, sin quererlo, se ha convertido en una pieza útil. Una distracción cíclica, reciclable y profundamente rentable para el poder. Mientras se viralizan imágenes de su vida personal, el país atraviesa crisis mucho más graves que no reciben ni una fracción del interés colectivo: inseguridad desbordada, desapariciones, inflación, colapso en el sistema de salud. Pero claro, es más fácil hacer un meme que leer un informe.

Lo verdaderamente triste es que el odio hacia este adolescente no proviene solo de un sector radical o politizado. Viene también de un pueblo mal educado, incapaz de distinguir entre crítica política y bullying. De una sociedad que cree que burlarse de un niño equivale a ejercer oposición, cuando en realidad está cayendo de lleno en una estrategia de manipulación mediática.

Y aquí viene la gran ironía: mientras los verdaderos responsables del deterioro nacional operan con total impunidad, un adolescente sin poder ni decisiones se convierte en el blanco de millones. No por lo que hace, sino por lo que representa. Porque es fácil golpear al que no puede responder.

El problema no es Jesús Ernesto. El problema es un sistema político que lo exhibe, una prensa que lo amplifica, y una sociedad que lo convierte en trending topic. Burlarse de él no solo es injusto. Es funcional al poder.

Si realmente queremos hablar de política con seriedad, dejemos de mirar al niño. Y empecemos por mirar al titiritero y corregir nuestro reprochable proceder.