A menudo escuchamos que el cerebro humano es increíblemente poderoso. Lo usamos para todo, desde atarnos los cordones hasta soñar con conquistar Marte. Pero, ¿cómo de poderoso es realmente? ¿Podemos compararlo con las supercomputadoras que ocupan edificios enteros?
La respuesta es un sí rotundo, y la comparación es tan
fascinante que nos hace apreciar la maravilla biológica que llevamos dentro de
nuestra cabeza. Prepárate para conocer a la máquina más eficiente y compleja
del universo conocido.
No es un Computador Cualquiera, es una Red Masiva
Lo primero que debemos entender es que el cerebro no
funciona como el procesador de tu laptop o teléfono. Esos dispositivos son
extremadamente rápidos para realizar tareas una tras otra (en serie). Tu
cerebro, en cambio, es el maestro de la multitarea a una escala monumental.
Es una red masivamente paralela. Mientras lees esta frase, tu
cerebro no solo decodifica estas letras. También está regulando tu respiración,
manteniendo el equilibrio de tu cuerpo, procesando los sonidos a tu alrededor y
permitiéndote sentir la temperatura de la habitación. ¡Todo al mismo tiempo!
Esta capacidad se la debe a sus componentes fundamentales: las neuronas.
El Verdadero Poder está en las Conexiones
Imagina que cada neurona es una persona en una gigantesca
red social. Tu cerebro tiene alrededor de 86,000 millones de estas
"personas". Pero el poder no está en la cantidad de individuos, sino
en sus conversaciones. Cada neurona se conecta con miles e incluso decenas de
miles de otras a través de puntos llamados sinapsis.
El número total de estas conexiones es sencillamente
astronómico: se estima entre 100 y 500 billones.
Para ponerlo en perspectiva: Si pensáramos en cada sinapsis
como un "interruptor" o un transistor (el componente básico de
cualquier chip de computadora), la red de tu cerebro tendría más
"interruptores" que todas las redes de telecomunicaciones y
servidores de Internet juntos. Es una complejidad que desafía la imaginación.
Traduciendo el Poder a un Idioma que Entendamos
Aquí es donde los científicos intentan usar un concepto de
la informática: los FLOPS. No te asustes por el término. Piensa en los FLOPS
simplemente como una forma de medir cuántos cálculos matemáticos muy complejos
puede hacer una máquina por segundo.
* Frontier, la
supercomputadora más poderosa del mundo (en 2024), es capaz de realizar 1
trillón de estos cálculos por segundo. Es una bestia tecnológica que ocupa el
espacio de una cancha de baloncesto y consume la energía de miles de hogares.
* Ahora, las
estimaciones (que son solo eso, estimaciones) sugieren que el cerebro humano
podría tener una capacidad de procesamiento equivalente a entre 1 y 1,000
trillones de cálculos por segundo.
La conclusión de esta comparación es alucinante: Tu cráneo
podría estar albergando una máquina con un poder de cálculo bruto similar o
incluso mil veces superior al de la supercomputadora más grande del planeta.
Y aquí viene el dato que lo cambia todo: mientras Frontier
necesita la energía de una pequeña ciudad, tu cerebro funciona con la potencia
de una simple bombilla de 20 vatios. La eficiencia energética no tiene rival.
Una Biblioteca Inagotable en tu Mente
Pero el poder del cerebro no es solo procesamiento, también
es almacenamiento. La capacidad de memoria de tu cerebro es tan vasta que es
casi incalculable, pero las estimaciones más conservadoras la sitúan alrededor
de 1 petabyte.
¿Y eso cuánto es?
* Con 1 petabyte
podrías guardar más de 200,000 películas en alta definición.
* O grabar video en
HD de forma ininterrumpida durante más de 13 años.
Y lo más increíble es que esta "memoria" no es
estática. Es asociativa y reconstructiva. Un simple olor a galletas recién
hechas puede transportarte instantáneamente a la cocina de tu abuela, con todos
los detalles y emociones de ese momento. Ningún disco duro del mundo puede
hacer eso.
El Toque Mágico: Lo que las Máquinas (Aún) No Pueden Hacer
Al final, cualquier comparación numérica se queda corta. El verdadero
poder del cerebro no son solo sus teraflops o sus petabytes. Es su "software"
único.
* Reconocer el
rostro de un ser querido en una fracción de segundo, entre miles de personas.
* Crear arte que
conmueve hasta las lágrimas.
* Improvisar una
solución a un problema que nunca antes había visto.
* Sentir amor,
empatía, asombro y nostalgia.
Estas son capacidades emergentes que surgen de la compleja
danza de sus 86,000 millones de neuronas y sus billones de conexiones.
Para terminar
No podemos etiquetar al cerebro con un simple número. Su
poder no reside solo en su velocidad, sino en su arquitectura paralela, su eficiencia
energética sobrenatural y, sobre todo, en sus capacidades intangibles: la
conciencia, la creatividad y la emocionalidad.
La próxima vez que aprendas algo nuevo, que recuerdes un momento feliz o que simplemente cierres los ojos a dormir, piensa en la asombrosa supercomputadora que hay en tu cráneo, funcionando silenciosamente con la energía de una bombilla, pero con un poder que aún no podemos comprender del todo. Es, sin duda, el objeto más complejo del universo que conocemos.